Análisis Museo Ars Natura, Cuenca (España). Parte I

Corría el año 2010 cuando se inaugura en Cuenca el museo Ars Natura, un gran centro de interpretación de la naturaleza que debía servir centro neurálgico para todos los visitantes que llegasen a esta zona en busca de naturaleza, así como un lugar de encuentro y de estudio para los amantes de la misma.

El proyecto fue obra de los arquitectos José María de Lapuerta y Carlos Asensio, y el resultado es un edificio arquitectónicamente muy interesante, más allá de la polémica que ha suscitado en la ciudad (alto presupuesto, función que desempeña, costes de mantenimiento, etc…).

Vamos a analizar en varias entradas este edificio, comenzando por su implantación, su función y su geometría,  para intentar dar una imagen global de la obra e intentar extraer unas conclusiones acerca de la misma

ANALIZANDO EL LUGAR…


EMPLAZAMIENTO

Emplazamiento

El complejo Ars Natura se encuentra en Cuenca, coronando uno de los cerros en los que se apoya la primera expansión extramuros de la ciudad: el barrio de los Tiradores. Ocupa una posición privilegiada, desde la que se puede ver una panorámica de 360 grados de toda la ciudad y la sierra que la rodea. Como consecuencia de esa posición elevada, el cerro se ve desde toda la ciudad, siendo un punto dominante, una atalaya. A nivel urbano, el cerro ocupa una zona de transición entre el barrio de Los Tiradores altos y la zona de expansión residencial relativamente moderna conocida como barrio de Villa Román. La parcela donde se ubica el complejo tiene una extensión de 6 hectáreas, de las que se apropia y aprovecha el edificio creando un recorrido circular que consta de dos elementos: un parque con especies autóctonas que ofrece una muestra representativa del ecosistema serano y el propio edificio construido que responde a ese recorrido extendiendo la superficie del parque en sus cubiertas y creando unos miradores hacia la ciudad.

ACTITUD FRENTE AL LUGAR. DUALIDAD

El Ars Natura no es un edificio. El construido no se entiende  separado del resto de elementos que conforman el complejo. Fijado este concepto, el edificio responde al lugar de dos maneras: desde la ciudad es un edificio-hito, y desde el parque se integra con el paisaje hasta el punto de camuflarse

Sin título-3Desde la ciudad: El edificio responde a la ciudad a la manera de los antiguos castillos medievales: se trata de un edificio grande, impresionante, fuera de los estándares de una ciudad con tan poca arquitectura contemporánea como Cuenca y que se sitúa en uno de los puntos más elevados de la ciudad, haciéndose presente casi desde cualquier punto de la misma y especialmente desde la ciudad antigua. Y, análogamente a los castillos, ésto no perjudica al paisaje conquense. Más bien crea un atractivo más para la ciudad, constituyendo un nuevo hito para la misma.

DSCF1152

Desde el parque, el edificio responde contextualizándose en una naturaleza creada por el mismo parque: el edificio se entierra parcialmente y prolonga el parque sobre su cubierta, integrándose dentro del recorrido motor del proyecto y proyectándose hacia la ciudad antigua a modo de atalaya. Además, en la creación del parque, se reinterpretan y se abstraen elementos del ecosistema serrano:la hoz, los tormos, los farallones, el agua…pero no como una imitación “mimética”, sino como una abstracción para ensalzar algunos de los valores del proyecto (reflejos, materiales,…)

ANALIZANDO LA FUNCIÓN…


EL MUSEO, PARTE DE UN CONJUNTO

 “El museo nace como parte de un recorrido, no es un edificio al que se llega y del que se sale de igual manera. La percepción que buscamos es la de un lugar singular dentro de un itinerario. A diferencia de otros museos, Ars Natura no contiene objetos de gran valor, en realidad cuenta una historia de algo que no está en el propio museo, aunque participa de él. El museo se proyecta hacia el paisaje, en continua relación con el, utilizando resonancias exteriores del propio museo para que el visitante perciba el exterior como parte del museo y el interior como parte del paisaje” 

Jose María de Lapuerta

Como podemos extraer de las palabras de los arquitectos, no podemos analizar el edificio como un museo convencional, porque básicamente, no es un museo convencional. De hecho, el edificio se concibe como un cento de interpretación de la naturaleza en un lugar, donde básicamente no la hay. Por ello, los arquitectos se la inventan, creando el gran parque con especies autóctonas que constituye básicamente el espacio expositivo más importante del edificio.

lugar

EL EDIFICIO, CAOS APARENTE

 El programa del edificio es muy denso. Ademas de ser un museo, cuenta con otras muchas funciones impuestas por el programa, siendo en ocasiones discutible su plena compatibilidad. El edificio cuenta con la parte expositiva, una parte de administración y biblioteca pública, aulas infantiles para divulgación de la naturaleza, una exposición permanente y otra temporal, tienda, cafeteria, auditorio, laboratorios de investigación y, lo que es más llamativo, un restaurante de lujo (regido por el conocido cocinero Manuel de la Osa)

Frente a esta complejidad de funciones el edificio responde con la fragmentación: agrupa conjuntos de funciones más o menos aparentes, las aísla en volúmenes independientes y las comunica a través de un pasillo central y de varios sistemas de rampas.

El problema funcional que se nos plantea es si esa comunicación es suficiente o adecuada, puesto que obliga al cruce de todo tipo de circulaciones (servidoras, de exposiciones, incluso de visitantes y personal administrativo,…)

Aun a pesar de estos problemas y  del aparente caos, vemos que el edificio funciona. Ahora veremos por qué

PLANTAS

MUSEO COMO OBJETO EXPUESTO

Según los arquitectos:

“A diferencia de otros museos, Ars Natura no contiene objetos de gran valor, en realidad cuenta una historia de algo que no esta en el propio museo, aunque participa de él.”

Ésto convierte al edificio en un museo atípico, pues es el propio museo lo que se expone en el edificio. Ésto, funcionalmente se traduce en que los espacios del proyecto no están concebidos como salas de exposición, sino que, ya de entrada, están diseñados para que el espacio, el material, la luz,…cuenten algo acerca de la naturaleza conquense. Ése es el motivo de que el agua y la vegetacion entren de esa manera en el edificio. Sus espacios estan diseñados para estar a gusto dentro de ellos. Son como “salones” que sirven para hacerte sentir el paisaje conquense a través de su apertura al paisaje, tanto natural (como son las vistas hacia la ciudad) como artificial (el jardín creado, el agua, la luz manipulada,…)

INTERIOR

ANALIZANDO LA GEOMETRÍA…


LA VISUAL: TRAZADO REGULADOR GUÍA

Trazados reguladores 1

Trazados reguladores 21.Eje norte-sur. Dos de los paralelepípedos siguen una dirección norte sur pura, uniendo con una línea recta la plaza mayor y la catedral de Cuenca con el edificio y el parque, generando asi unas visuales directas desde el edificio extremadamente atractivas, y ofreciendo el alzado principal del edificio a las vistas desde la ciudad antigua, contribuyendo a la creación del edificio -hito

2.Eje oblícuo. Los otros dos volúmenes se orientan siguiendo la dirección del primer ensanche y de la calle comercial principal de Cuenca, la calle Carretería, ofreciendo así una fachada tridimensional desde la ciudad baja: una muralla de piedra que se proyecta más allá de la tierra y un prisma ligero de vidrio traslúcido del que veremos su esquina, contribuyendo a dar volumen al proyecto

CONSECUENCIA: EL CONTROL DE LA PERSPECTIVA

Estos trazados no son simples formas inconsecuentes de enfrentarse al papel en blanco. Al tomar esas directrices como líneas para apoyar los volúmenes surge el mayor valor del proyecto: la perspectiva. Ésta disposición de los bloques nos genera cuatro tipos de vistas, cada una controlada de una forma diferente:

visuales

1. Visual desde el interior de los bloques rectos:

Son las vistas más directas hacia la ciudad antigua. La forma para valorarlas al máximo utilizada es limitando al máximo los posibles obstáculos en la visión, eliminando las carpinterías mediante un muro cortina de vidrio abotonado de 100m2 en el que, la subestructura es a su vez también de vidrio.

2. Visual desde el interior de los bloques oblicuos:

Abren visuales además de hacia la ciudad antigua, hacia el primer ensanche de la ciudad

3. Visual desde el interior de los espacios intersticiales:

Crean unos espacios interesantes y extremadamente dinámicos, en semipenumbra, que se moldean a través de unas líneas salientes en el cerramiento de piedra que canalizan la visual hacia la ciudad

4. Visual desde las cubiertas:

Son unos miradores-atalaya con cubierta vegetal que prolongan el parque por encima del edificio y se proyectan más allá del propio cerro. Consiguen una visual más espectacular y un mayor efecto de dinamicidad al elevar ligeramente su tramo final.

Hasta aquí esta entrada, seguiremos analizando el edificio en sucesivas entregas

Fuentes:

– Fotografías propias.

– Página web de De Lapuerta+Asensio, arquitectos asociados: http://www.delapuerta.com/

 

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